Un pictograma se define como una imagen o signo claro y esquemático que representa un objeto o un concepto real. Tiene la capacidad de enviar un mensaje salvando la barrera del lenguaje.
El uso más reconocido de los pictogramas se ciñe a las personas con Trastorno del Espectro Autista y al ámbito de la neurorehabilitación. Sin embargo, su empleo resulta beneficioso para cualquier persona que presente alguna limitación en su comunicación y en los últimos meses su aparición se está generalizando a lugares públicos, como centros comerciales o centros de salud.
El principal objetivo que se persigue al emplear pictogramas es el de facilitar la comunicación en las personas que no poseen una expresión oral completa, ya que al señalar las imágenes pueden expresar peticiones, deseos o comunicar algún suceso. Así mismo, los pictogramas nos ayudan también a que nuestro mensaje llegue mejor a estas personas, ya que podemos apoyarnos en ellos para aumentar el nivel de comprensión de aquello que queremos decirles. Además, hay que añadir su papel facilitador y anticipador, proporcionando a la persona información sobre lo que está sucediendo y aquello que tendrá lugar más adelante, ayudando así a regular su conducta.
Por lo tanto, el uso de pictogramas, además de favorecer la comunicación en diferentes ámbitos, le ayudará a recordar qué va a suceder durante el día o qué actividades deberá realizar seguidamente, lo ayudará a gestionar su tiempo, a planificarse y a tener una sensación de control e independencia sobre si mismo y sobre lo que sucede a su alrededor, algo imprescindible para fomentar la autonomía.