En primer lugar, evaluar y analizar en terapia clínica cuál es la base de esa inestabilidad emocional, si esos cambios en vuestro estado de ánimo sólo es debido a los comportamientos y actitudes negativos de vuestros hijos o el foco está en otros estresares psicosociales.
En segundo lugar, si efectivamente la relación con vuestros hijos y los comportamientos de estos son un factor de inestabilidad emocional y frustración que os conduce a un estado de ánimo no saludable ni protector, habrá que mejorar en terapia familiar vuestras habilidades de comunicación con los hijos, vuestras estrategias educativas para mejorar vuestra autoridad y manejo de las conductas negativas de vuestros hijos pero primando la educación positiva y de crecimiento hacia ellos, fomentando una relación armónica con ellos.
En tercer lugar, aprender en el área de psicología clínica estrategias personales para regular vuestras emociones, para manejar las emociones negativas como la ira, la frustración, la impulsividad, etc.