Cuando un niño presenta un desarrollo escolar diferente, la primera solución suele ser buscar apoyo para afianzar las asignaturas más complejas. Sin embargo, hay casos en los que esto parece no ser suficiente, ya que el problema no se encuentra en la comprensión de esa materia en concreto sino en la integración, comprensión y asimilación de la información que el niño recibe.
En estos casos, lo más recomendable es realizar una valoración neuropsicológica para comprender qué está sucediendo y cuál es la mejor manera de ayudar a nuestro hijo, ya que podemos encontrarnos con dificultades diversas a nivel de atención, de comprensión lectora, de memoria, de manejo de la información, etc. En el supuesto de que la evaluación revelara algunos de estos problemas, las clases particulares, aunque beneficiosas, no serían suficientes para intervenir y mejorar su rendimiento, por lo que deberíamos plantearnos un trabajo neuropsicológico con el niño.