Es necesario saber cuándo, dónde, cómo y con quién ocurre, para poder establecer el porqué, la causa de dicha tartamudez. Existe una tartamudez evolutiva que aparece en torno a los 3 o 4 años de edad en la que el niño tiende a repetir las palabras, o en ocasiones 'se atasca' y no sabe continuar. En el caso de que nuestro hijo tenga más de 5 años y continúe o se haya acentuado la tartamudez, conviene pedir ayuda y valorar el problema para poder iniciar una intervención.

Una vez que hemos observado el problema, es importante que los padres:

1. No terminen las frases del niño.
2. No meterse con él, enfadarse o menospreciarle cuando ocurra este problema.
3. No interrumpirle, dejarle que acabe las frases.
4. Grabarle cuando hable despacio y cuando habla deprisa, para que él se oiga y 
5. empiece a ver las diferencias.
6. Cantar con él y de nuevo grabarle para que se escuche y que vea que cuando canta no tartamudea.
7. Trabajar con el niño la respiración diafragmática.
8. Etc..