Esta pregunta es frecuente en padres cuyos hijos tienen unas demandas académicas muy altas pero sus habilidades de escritura no se encuentran en su nivel óptimo o tienen cierta desventaja con respecto a los compañeros de clase.
El área de terapia ocupacional da respuesta a este tipo de dificultades e intenta fomentar su desarrollo. Junto a las habilidades cognitivas de atención o memoria visual, y destrezas visuales y perceptivas, en el proceso de adquisición escritura intervienen también aspectos motores y sensoriales en los cuáles se basa la intervención del terapeuta ocupacional. Estos son:
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Control postura y planeamiento motor: es necesario una adquisición de ítem motores gruesos como control de tronco, estabilidad de cuello, cintura escapular y codo para desarrollar una correcta motricidad fina y que haya una fluidez en el movimiento.
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Aspectos sensitivo motores (sentido del tacto y la propiocepción): cuando estos sentidos están disminuidos se provoca un retraso en las habilidades de manipulación y esto da lugar a las dificultades de escritura.
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Pinza trípode: aquella formada por los dedos pulgar, índice y corazón siendo la pinza más madura y la necesaria para una correcta escritura.
Para conseguir la buena ejecución de todas estas habilidades existen actividades y ejercicios que se realizan desde el área de Terapia ocupacional. Si tienes dudas sobre alguna de estas cuestiones contacta con nosotros.