No sólo porque en la vida todo no es el estudio, sino porque ser autónomo e independiente la mayoría de facetas y responsabilidades de su vida lo hará una persona más feliz y adaptada a su entorno socio-educativo; así como el hecho de que no avance y no le exijamos crecer en el resto de áreas de su vida conlleva que se esté educando bajo un entorno de sobreprotección y de permisividad que puede ser un factor de riesgo si se le presentan dificultades o factores de estrés emocional.
Así que como padres habrá que analizar, reflexionar e incluso, si es necesario, consultar a un profesional sobre vuestros criterios y metas educativas en el resto de áreas (no sólo en el estudio o el rendimiento académico), mejorar vuestras actitudes y acciones en esas otras áreas para hacer de vuestros hijos personas con más autonomía, más independientes, con mayor estabilidad y riqueza emocional, con mejores habilidades sociales, etc.