Ver más preguntas frecuentes
Últimamente veo muchas publicaciones que hablan sobre las funciones ejecutivas, pero ¿qué son realmente?, ¿es importante trabajarlas?

Nuestro cerebro es una compleja máquina que funciona por la combinación de áreas y circuitos interdependientes. Este funcionamiento da lugar, de forma genérica, a dos tipos de funciones: las básicas y las ejecutivas.

Las funciones básicas nos posibilitan ser conscientes de la información que nos rodea y que entra en nuestro sistema nervioso (atención, comprensión, memoria, habilidades visoespaciales, etc.).

Por su parte, las ejecutivas nos permiten no solo ser conscientes de esa información sino manejarla y adaptarla a nuestro objetivo. Nos ayudan a resolver situaciones internas, relacionadas con nuestras emociones, pensamientos, representaciones mentales… y externas, que implican escenarios y personajes de nuestro entorno. En resumen, estas habilidades nos permiten establecer una serie de objetivos, decidir qué pasos seguir para lograrlos y valorar si los estamos cumpliendo. Esto es, podemos alcanzar nuestras metas gracias a ellas.

Estas funciones comienzan a desarrollarse en la infancia y su evolución puede alargarse hasta la adultez temprana, por lo que su correcto desarrollo es crucial para un funcionamiento adecuado de la persona. Por ello, si el profesor, el médico o nosotros mismos consideramos que nuestro/a hijo/a muestra dificultades en alguna de estas áreas, es necesario recurrir a un especialista.

La bibliografía es muy extensa y podemos encontrarnos numerosas clasificaciones, pero nosotros hemos seleccionado las que consideramos más relevantes. En sucesivas publicaciones os iremos hablando de cada una de ellas.