Paula tiene 8 años y le encanta subirse en los columpios de los parques. Deberíais ver su cara de alegría cuando nos acercamos a uno. El proceso de subir a Paula en un columpio no es fácil, ella tiene un trastorno motor denominado Parálisis Cerebral infantil, que le impide moverse con autonomía.

Paula necesita su carro para desplazarse. Así es que cuando quiere subir a un columpio, hay que sacarla del carro. Yo, que soy su mamá, y afortunadamente aún quepo en la mayoría de ellos, me subo a uno de los columpios, alguien me la tiene que poner en el regazo, e impulsándonos con mis pies nos columpiamos juntas. Este proceso es cada día más complicado, pues Paula se va haciendo mayor y empieza a ser difícil que nos sostengamos.  

Desde hace algún tiempo, no mucho más de tres o cuatro años, en España existen columpios adaptados para niños con discapacidad motórica, están preparados para encajar el carro en ellos y el niño se puede columpiar impulsado por el papá o la mamá  como cualquier otro niño. Aparte de los divertidísimo que es columpiarse, para éstos niños con limitaciones motoras tiene un valor añadido, pues les proporciona una sensación de movimiento que pocas veces pueden experimentar.

A pesar del impulso que se le está dando a los parques urbanos, desgraciadamente no existen columpios de este tipo en Almería. Ojalá podamos contar con ellos en un corto plazo de tiempo y veamos la cara de felicidad de estos niños cuando “suben hasta las nubes”. 

Actualización: A raiz de nuestra noticia se ha creado una petición en change.org para que coloquen también en nuestra provincia columpios adaptados.