Como padres siempre podemos mejorar nuestros estilos y pautas educativas, por ello en terapia familiar se puede evaluar con precisión cuáles están siendo y dar pautas psico-educativas para mejorarlos. Sobre todo, analizando si están dirigidos en exceso a corregir comportamientos desadaptativos o negativos de los hijos pero estamos obviando oportunidades de recompensar aspectos positivos de los hijos, basar más la educación en el crecimiento personal, en las cualidades de los hijos.

Especialmente, habrá que aprender a realizar mucha prevención de respuestas negativas, a enseñar a los niños bajo la fórmula de “ley de la abuelita” (esto es, ayudar a los hijos a que hagan primero lo que no les gusta o les resulta difícil para luego hacer lo que les gusta; primero obligación y luego devoción), y fortalecer todas las otras habilidades que tienen los hijos para conseguir ser valorados y crecer en lo personal y social.